Para muchas mujeres el autoempleo no sólo representa una alternativa de empleo, sino que se convierte en la única posibilidad de desarrollo y promoción profesional, después de haber chocado reiteradamente contra el techo de cristal blindado que rodea la cultura empresarial y los modelos de gestión de recursos humanos predominantes.

El autoempleo colectivo supone una respuesta clara a las necesidades de la mujer en su incorporación al mercado de trabajo, y las sociedades laborales representan uno de los modelos idóneos para la puesta en marcha de sus iniciativas emprendedoras.

El desarrollo de jornadas, orientadas a difundir las ventajas y fortalezas del autoempleo colectivo como elemento clave para que las mujeres puedan crear su propia empresa y convertirse en socias y trabajadoras a la vez, se concibe como un objetivo estratégico de esta organización para fomentar el autoempleo femenino y potenciar la participación de las mujeres en las sociedades laborales.