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Entrevista: Ana Barbeito Carrasco. Directora General Economía Social
“La sociedad laboral es una fórmula muy atractiva para los emprendedores”
Nombrada recientemente Directora General de Economía Social y Emprendedores de la Junta de Andalucía, Ana Barbeito Carrasco (Huelva, 1963) es Licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Sevilla y hasta su designación ocupaba el cargo de delegada provincial de Innovación, Ciencia y Empresa en Huelva.
Entre 2002 y 2004 desarrolló las funciones de coordinadora provincial en Huelva de las Unidades Territoriales de Empleo y Desarrollo Local y Tecnológico, adscritas a la Junta de Andalucía. Con anterioridad se encargó de poner en marcha una de estas oficinas en la localidad onubense de Lepe. También ha sido responsable del Área de Desarrollo Local de la Mancomunidad Islantilla (1992-2001).
Entre sus retos profesionales se encuentra “consolidar el sector de la economía social en Andalucía como fórmula emprendedora e impulsar el espíritu y la cultura empresarial de los andaluces”.

Economía Social: ¿Qué ha supuesto para usted su nuevo nombramiento como Directora General de Economía Social y Emprendedores?
Ana Barbeito: Es algo muy ilusionante porque conlleva una gran responsabilidad y al mismo tiempo supone un enorme reto. Me he encontrado una Dirección General donde hay un trabajo muy bien hecho, con un equipo de personas que se cree de verdad lo que está haciendo, y eso es fundamental para mi. Esta Dirección General tiene una importancia muy fuerte dentro de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, como cualquier otra, pero esta quizás es la que mejor se ve por parte de la ciudadanía, sus actuaciones son más tangibles, ya que atañe al sector de la economía social y a un amplio sector de población. Cuando se piensa en personas emprendedoras se piensa casi siempre en gente joven, y eso no es así, estamos hablando también de mujeres, de personas con distintas discapacidades, personas mayores, con lo cual, a mi parecer, es la Dirección General más bonita que tiene esta Consejería. El hecho de que el consejero me haya dado esta oportunidad, de ahí viene precisamente esa enorme responsabilidad y el grado de compromiso, y lo que voy a intentar es trabajar todo lo posible porque el reto es muy bonito y hay mucha gente implicada, gente que tiene un posicionamiento muy claro, gente que se implica tanto afectivamente como emocionalmente y eso es una ventaja.

ES: Según su experiencia, ¿cree que la economía social es una buena fórmula para los emprendedores?.
AB: En Andalucía son más de 9.600 empresas las que se han creado en los últimos 5 años, eso significa que de cara a aquellas personas que tienen una idea para emprender esta es una fórmula apremiante, y quizás esto tenga mucho que ver con la propia filosofía de estas empresas y con el apoyo que tiene de la propia Junta de Andalucía. Desde esta Dirección General se han puesto en marcha iniciativas muy novedosas, se han facilitado los trámites administrativos, hemos sido pioneros en cuanto a legislación y todo eso hace que ayude a emprender. Pero hoy en día emprender es una tarea aun más fácil, porque hay una apuesta decidida, y ahí están las distintas fórmulas. ¿Por qué la gente se decide por las formulas de la economía social? Creo que por el hecho de que te permite asociarte, ser socio y trabajador al mismo tiempo, lo que aporta un valor añadido que es fundamental.

ES: ¿Cuáles son los principales objetivos de la Dirección General de Economía Social y Emprendedores para los próximos años?
AB: Hay tres grandes áreas; La primera y relacionada con la economía social hace referencia a la consolidación de este sector. El tejido económico de este sector en Andalucía ya tiene una madurez y ahora lo que hace falta es trabajar en la colaboración de las empresas, es necesario hacer un esfuerzo en la cooperación interempresarial, para tener más musculatura y poder ser mas competitivos. También es necesario realizar un enorme esfuerzo en diseño industrial, en la innovación en la gestión empresarial y en otros aspectos. Otro de los grandes objetivos es seguir trabajando en la reducción de las gestiones y trámites administrativos, siendo más ágiles y dando una respuesta más rápida. Y por ultimo, en cuanto a emprendedores o fomento de la cultura emprendedora hay que lanzar toda una serie de iniciativas. Algunas ya están puestas en marcha y ya estamos recogiendo frutos, pero hay que hacer un esfuerzo importante en cuanto a coordinación de dispositivos, optimación de recursos, optimación en el asesoramiento y tutela a los emprendedores. Ese lema que se tiene desde la Fundación de Escuelas de Empresas, ahora Red de Apoyo Empresarial, de “Ningún proyecto sin asistencia” tiene que ser real y eficaz. También es necesario empezar desde abajo y provocar un cambio cultural. Si no trabajamos con los niños y niñas, si no trabajamos con la Consejería de Educación y con la Consejería de Igualdad, ese cambio respecto a ser emprendedor o emprendedora es más difícil que se produzca. Es un cambio a medio largo plazo pero ahí existe una base solida sobre la que hay que seguir insistiendo.

ES: ¿Los andaluces son emprendedores o deben aprender a emprender?
AB: En los últimos años Andalucía ha realizado una apuesta tremenda en cuanto a desarrollo. Hace unos días, en una intervención que tuvo el Consejero en la entrega de premios a proyectos y personas emprendedoras, comentó una anécdota muy curiosa acerca de una empresa que se reunió con el Secretario de Innovación para detectar que problemas habían tenido a la hora de poner en marcha el proyecto empresarial. Una de las cosas que el Secretario le preguntó a estos jóvenes fue que cual había sido el mayor obstáculo que habían tenido. La sorpresa fue que el peor obstáculo de estos jóvenes lo habían encontrado en sus padres que eran funcionarios y no entendían que quisieran poner en marcha una empresa con el riesgo que eso supone. Esta anécdota es un indicador curioso. Ocurre que no queremos que nuestros hijos e hijas se arriesguen. Realmente el concepto que se tiene de empresa unido al riesgo y al propio concepto peyorativo que tiene algunas veces el empresario, algo que es necesario ir cambiando, hace que ese espíritu emprendedor se frene. Porque talento, ingenio e ideas en Andalucía claro que hay, quizás dar ese salto cualitativo de decir ahora la pongo en marcha es un poco más complicado. Estas dificultades son, en muchas ocasiones, barreras culturales, por eso es fundamental ese cambio cultural. El espíritu emprendedor no solo es pensar en crear una empresa, es necesario pensar que hay que trabajar un conjunto de actitudes como tener iniciativas, ser capaces de tomar decisiones, tener ideas pero además planificarlas y ponerlas en marcha, afrontar los fracasos, y esto hoy en día responde al perfil que cualquier persona que quiera trabajar por cuenta ajena tiene que tenerlas.

ES: Aquellos que deciden acogerse a las fórmulas de la economía social, ¿ese cambio cultural es aun más exigente?
AB: La economía social tiene un valor añadido, y es que se trabaja en equipo, no solo se piensa en ganar dinero, que es la primera función porque si no ganas dinero no puede seguir funcionando la empresa, pero hablamos que el reparto de beneficios es diferente. Hay un nivel de responsabilidad social corporativa distinto, sostenibilidad con el medio ambiente, integración dentro de la propia población, vertebración del territorio, todo esto le aporta un valor añadido.

ES: ¿La economía social sigue teniendo una imagen “pobre”?
AB: Esa imagen ya está cambiando, dentro del propio sector había un cierto "temor" a no atreverse a ser una empresa y eso ya ha cambiado. La economía social hoy tiene un peso específico importante, y se sienta en órganos de decisión y en órganos consultivos. Socialmente ya no se ve a las cooperativas y a las sociedades laborales como las hermanas pobres. La gente no mira si perteneces a una SLL o SCA sino que perteneces a una empresa.

ES: ¿Qué representa la economía social para Andalucía?
AB: La economía social en Andalucía tiene un peso especifico cuantitativo importante, el 25% de los centros de cotización son de economía social, el 20% de los trabajadores pertenecen a este sector, y ya supone el 13% del PIB. El peso es evidente. Hay casi 11.000 empresas que proporcionan trabajo a 86.000 trabajadores. Pero no solo son referencias cuantitativas. Hay una parte cualitativa que es fundamental y es que la vertebracion del territorio, la fijación de la población, la contribución al desarrollo de recursos endógenos y los valores de este tipo de empresas ha permitido que en Andalucía haya muchas zonas en pleno desarrollo. Mucha gente utiliza la economía social por su propia filosofía, por el respeto al trabajador/a, todo eso la hace diferente. Y de ahí la apuesta de la Junta de Andalucía.

ES: ¿Cuál será la política de incentivos de la Junta de Andalucía para favorecer la creación y el mantenimiento de empresas de economía social?
AB: En este año hay más de 81 millones de euros en esta Dirección General. Hay una parte destinada a fomento de la cultura emprendedora, sensibilización y formación, pero respecto a lo que es consolidación de las empresas, todo está regulado a través de una única normativa. Se trata de una apuesta audaz y decidida de esta Consejería, no exenta de riesgos, pero una apuesta valiente a través de la que se desarrolla una política de incentivos con un conjunto de sectores preferentes, donde el ser una empresa de economía social va a tener un valor de prima. Primamos al sector de la economía social.

ES: La Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa ha señalado la necesidad de que las empresas apuesten por las TIC para ser competitivas ¿debe ser esta también una prioridad para las empresas de este sector?.
AB: Si por supuesto, cuando hablamos que las TIC son fundamentales para la gestión y comercialización de las empresas, también lo son para las empresas de economía social. Ahora es necesario dar un pasito más y aprovechar realmente esas TIC para la cooperación interempresarial, la gestión del conocimiento, la comercialización. No podemos quedarnos solo en que la empresa tiene un equipo informático y una conexión a internet, sino que debemos incidir en cómo se utiliza para el desarrollo de una gestión adecuada de la empresa.

ES: ¿Considera que las cooperativas y sociedades laborales son más responsables socialmente por el hecho de ser empresas de economía social?
AB: Es algo inherente a la economía social. Ahora se habla mucho de la RSC y eso significa que va calando. En la economía social hablar de conciliación, de sostenibilidad, de reparto de las riquezas que contribuye al desarrollo endógeno, es algo inherente a la propia filosofía de este sector.

ES: En la anterior legislatura, las cuestiones prioritarias de este sector se pusieron de manifiesto en el I Pacto Andaluz por la Economía Social. ¿Habrá un II Pacto Andaluz por la Economía Social?
AB: En el I Pacto Andaluz por la Economía Social fuimos pioneros, este ha servido de guia para que haya una mesa donde se expone, se debata, se dialogue y consensué las políticas de este sector. A raíz de ese primer pacto la economía social está presente en el Servicio Andaluz de Empleo, en el Consejo Económico y Social, en las Cajas de Ahorros, en los Consejos Sociales de las Universidades, porque tiene su singularidad y es necesario hacerla presente. Ahora ya se va a retomar para desarrollar las líneas de este II Pacto.

ES: ¿Qué papel deben desempeñar las organizaciones empresariales de economía social para contribuir al crecimiento y desarrollo del sector?
AB: A mi me parecen fundamentales. Son las propias organizaciones las que van por delante y se dan cuenta donde están los retos del sector, los principales obstáculos y sus fortalezas. El papel de las asociaciones debe fomentar la cooperación entre empresas, el apoyo a la comercialización, y es importante que estén ahí como referentes para ese debate y para ese consenso. El hecho de estar asociados da fuerza, y es importante porque da interlocución y da posibilidades para que nos sentemos todos entorno a una mesa y consensuemos las lineas a seguir.

ES: De las distintas fórmulas jurídicas de la economía social, la sociedad laboral es el modelo que más ha crecido en Andalucía, equiparándose a las sociedades cooperativas ¿a que cree que es debido este crecimiento?.
AB: Prácticamente el 50%, 5107 empresas, del sector de la economía social son Sociedades Laborales, y el 28% de trabajadores de este sector pertenecen a esta formula empresarial. Las Sociedades. Laborales son una formula muy atractiva para los emprendedores por la agilidad en la tramitación, por las facilidades para asociarse, es una fórmula muy novedosa, que ya quieren importar países europeos y latinoamericanos.

ES:Este interés por este modelo empresarial ¿podría ser una oportunidad para las empresas laborales andaluzas de cara a la apertura de mercados y el fomento de la cooperación empresarial?.
AB: Creo que si. Ahora mismo tenemos proyectos de cooperación internacional, tanto con Europa como en Latinoamérica y esto es una buena oportunidad para estrechar lazos con otras empresas.
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