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El Banco de España pide a las pymes más capitalización en la etapa inicial |
El Banco de España reclama que se destine una mayor inversión inicial en los procesos de creación de empresas, como elemento fundamental para garantizar su supervivencia |
Lunes 15 de mayo de 2006.
La elevada tasa de mortandad de las empresas españolas no es un estigma divino. Algunas características habituales en los nuevos proyectos empresariales que se ponen en marcha en el país definen en buena medida sus posibilidades de supervivencia. Así, un tamaño inicial elevado o una composición financiera equilibrada facilitan la consolidación empresarial.
El último boletín económico del Banco de España contiene un análisis de mortalidad empresarial basado en los registros mercantiles y del Dirce (Directorio Central de Empresas). En ellos se recoge el momento de entrada y salida en el mercado, así como el tamaño, sector de actividad y cuentas financieras de casi 90.000 sociedades anónimas o limitadas nacidas entre 1995 y 2002.
La conclusión principal de la entidad supervisora es que un mayor tamaño inicial favorece de forma significativa las posibilidades de supervivencia. Los autores, del Servicio de Estudios, sostienen que este resultado puede deberse a restricciones de financiación, culpables de que algunas empresas deban arrancar con un tamaño “inferior al óptimo”.
De la muestra se infiere, por ejemplo, que si se duplica el número de empleados inicial, disminuye en un 10% la probabilidad de salida del mercado (muerte de la empresa). El efecto es aún más pronunciado en el sector servicios. El Banco de España fija también su atención en la estructura financiera de las nuevas empresas y deduce que ninguno de los extremos es bueno. Los ratios de endeudamiento muy altos (primacía de la financiación ajena) o muy bajos (preponderancia del capital social) no son recomendables para la supervivencia de la empresa durante sus primeros años de vida.
Una vez consolidada, se podrán estudiar los beneficios de ir a tasas distintas, pero el nivel óptimo inicial, de acuerdo con las estadísticas del Dirce, se encuentre alrededor del 50% de cada tipo de financiación (propia y ajena).
El estudio relaciona la edad de la empresa con su probabilidad de éxito, señalando los momentos más habituales en los que las empresas dejan de existir. En general, las pymes aguantan bien los dos primero año, y es el tercero cuando más posibilidades tienen de perecer. Si superan esa edad, la consolidación se traduce en una reducción de la tasa de salida del mercado en los siguientes años, hasta estabilizarse en torno a los siete años. La excepción se produce en la construcción: debido a sus particulares características (costes irrecuperables mayores; proceso de aprendizaje más lento), el punto de máxima probabilidad de fracaso empresarial no llega hasta el séptimo año.
FUENTE: CINCO DIAS, Marcos Ezquerra |
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