Martes, 2 de enero
El nuevo año llega cargado de novedades fiscales con una rebaja tributaria que afectará tanto a contribuyentes individuales como a empresas. El Gobierno calcula una reducción media de la cuota a pagar del 6% en el IRPF y del 20% para los contribuyentes del impuesto de sociedades.
Desde ayer mismo está vigente el nuevo régimen de retenciones salariales para adaptar los sueldos de los trabajadores a la nueva ley del IRPF, que entró ayer también en vigor. En este caso, Hacienda no ha esperado a la aprobación del nuevo reglamento del IRPF que desarrollará la ley (previsto para mediados de 2007), como ha ocurrido en otras reformas del impuesto (las de 1999 y 2002), con lo que las nuevas retenciones a aplicar por las empresas a sus trabajadores son ya operativas. Esto quiere decir que en la nómina de enero se empezará a notar la reducción de impuestos.
Aunque la rebaja media que calcula Hacienda para los 17 millones de contribuyentes del impuesto se sitúa en el 6%, la horquilla de reducción variará ostensiblemente según la situación familiar de cada contribuyente y su nivel de renta. La Agencia Tributaria prevé que la reducción llegue al 17% para contribuyentes con ingresos inferiores a 17.400 euros anuales (se benefician en gran medida de la mayor deducción por rendimientos del trabajo y de los porcentajes incrementados por hijos y demás personas a cargo). En cambio, para los contribuyentes con rentas medias, los porcentajes apenas sobrepasarán el 1%. Los contribuyentes con mayores rentas tendrán como incentivo el recorte del marginal máximo del 45% al 43% y el hecho de que se aplique a partir de 52.360 euros (hasta 2006, era de sólo 46.818 euros). Sin embargo, muchos de ellos, con importantes deducciones por aportaciones a planes de pensiones verán mermadas sus incentivos en el futuro ya que el Gobierno las ha limitado a 10.000 euros anuales (carácter general) y 12.500 euros para mayores de 50 años. El ahorro sufre una revolución, con una tributación única, del 18%, para todos los instrumentos y con independencia de su plazo de generación. Eso quiere decir que los contribuyentes con plusvalías generadas en menos de un año salen ganando al tiempo que pierden los que cuenten con ganancias afloradas a más de un año (hasta diciembre tributaban al 15%). La deducción por vivienda habitual se mantiene pero desaparecen los porcentajes incrementados para los primeros años. En el caso del impuesto de sociedades, a partir de este mes Hacienda aplicará una reducción del 35% al 32% en el tipo general, que se ampliará al 30% en 2008. El tipo especial para pymes pasa al 25%, ya desde ayer. La mayoría de las deducciones se mantienen pero con variaciones. En el caso de la deducción por reinversión se vincula a actividades productivas. Los empresarios están pendientes de la adaptación fiscal a las nuevas reglas de contabilidad internacional, que deberá aprobar Hacienda a lo largo de este año. Las novedades, por tanto, continuarán.
Mayor rigor en la lucha contra el fraude
El año 2007 viene de la mano también de una nueva Ley de Prevención del Fraude Fiscal, con especial énfasis en la lucha contra los incumplimientos en el sector inmobiliario y las grandes tramas. Entre otras novedades, las empresas tendrán que valorar todas las operaciones intragrupo (facturación interna de bienes y servicios) a precios de mercado y justificarlas con documentos. En los próximos meses, Hacienda aclarará los documentos necesarios. Los individuos o empresas que obtengan beneficios por su relación con grandes tramas de fraude organizadas serán corresponsables en las sanciones que se les impongan a las primeras. Los alquileres de vivienda estarán más controlados. Hay obligación de incluir la referencia catastral de la vivienda en los contratos de alquiler y en los de suministro de energía eléctrica. Hay de plazo hasta mayo para que estas referencias se incluyan en los contratos de energía antiguos (ya vigentes cuando se aprobó la ley en diciembre).
Fuente: B. DÍAZ, Cinco Días
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