Ángel Luis Martín Serrano, secretario general de la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (UNACC) explicó durante su comparecencia cómo los Bancos Cooperativos contribuyen al dinamismo de la economía, por el apoyo financiero que aportan al conjunto de los agentes económicos del medio rural, sobre todo a las pymes, los agricultores, las familias, o profesionales liberales que, gracias a su presencia en estos ámbitos, pueden tener acceso completo al crédito bancario.

Serrano explicó también las similitudes entre la Obra Social de las Cajas de Ahorros y el Fondo de Educación y Promoción (FEP) de las cooperativas de crédito, destacando que, “en los últimos ejercicios los Bancos Cooperativos españoles han destinado al FEP una media aproximada de entre 60 y 80 millones de euros al año”.

Ante la menguante diferenciación entre los bancos tradicionales y los cooperativos, el responsable de UNACC expuso que hoy “los Bancos Cooperativos operan en mercados altamente competitivos, aplicando con éxito los principios cooperativos que orientan su actuación”. Pese a ofrecer prácticamente los mismos productos y servicios, estos bancos “son propiedad de sus socios, que son, al mismo tiempo, clientes. Su misión principal es prestarles el mejor servicio frente a la misión habitual de maximizar el beneficio de los accionistas”.

En cuanto a las normas que regulan la actividad de las entidades de crédito, Serrano quiso subrayar que “nuestra situación es totalmente idéntica a la de bancos y cajas de ahorros. Con ellas competimos en plano de igualdad normativa y el hecho de convivir en un sistema de economía de mercado ampliamente desarrollado nos lleva a veces a una actitud mimética, olvidando algunas señas de identidad que nos caracterizaron en el pasado (localismo)”.

Finalmente, y durante el debate que propició el interés de los miembros de la Subcomisión ante este tema, el secretario general de la UNACC reseñó que el objetivo actual de la Banca Cooperativa Española “no es otro que lograr que todos los ciudadanos puedan tener un banco cooperativo y que, a través de principios democráticos, puedan participar en su gestión”. En este sentido, apuntó que “somos banca universal. Somos un tipo de banca que se preocupa mucho por las personas. Nuestra oferta de productos y servicios se orienta fundamentalmente a satisfacer las necesidades de nuestros socios y clientes que, además, son ellos mismos los que los promueven”.


Fuente: Observatorio de la Economía Social