El Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, presentó ayer en Bruselas el Plan de recuperación del Crecimiento y del Empleo, que plantea dar un impulso económico a la Unión Europea con una inversión de 200.000 millones de euros, que combina la aportación de los Estados miembros (170.000 millones), fondos comunitarios (14.400 millones) y del Banco Europeo de Inversiones (15.600 millones). Los Estados miembros deberán presentar sus planes de actuación antes de final de año.
En la presentación, Barroso ha querido recalcar el carácter excepcional de la medida y ha asegurado que la estrategia en la que se basa el plan de recuperación económica responde a la flexibilidad que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento permite para este tipo de situaciones. El Presidente lo ha calificado como un plan “estratégico y viable, que va más allá del apoyo financiero y se preocupa por la economía real” y ha insistido en que contribuirá a la aceleración de los resultados de la Estrategia de Lisboa.
El plan prevé la intervención transversal de varios elementos esenciales en las iniciativas que propone la estrategia como son: la educación, la formación continua y el reciclaje profesional, pero sobre todo, se hace hincapié en la lucha contra el cambio climático y las nuevas tecnologías como elementos clave para que esta estrategia tenga efectos sostenibles a lo largo del tiempo. Estos dos últimos factores serán los protagonistas a la hora de estimular sectores tan afectados como el automovilístico o la construcción, mediante iniciativas como el coche verde europeo, los edificios energéticamente eficaces y las fábricas del futuro.
Entre las medidas de apoyo a las PYMES, se encuentran la eliminación de la obligación de que las microempresas elaboren cuentas anuales, la mayor facilidad de acceso a las licitaciones y la garantía de que los poderes públicos abonen sus facturas en el plazo de un mes. Se plantea además una reducción de las cargas sociales que soportan los empresarios en relación a ingresos más bajos.
Por otra parte, la Comisión ha expresado con convencimiento que la necesidad de actuaciones en materia fiscal se lleven a cabo de manera cauta de forma que ayuden a superar el deterioro presupuestario pero se evite un endeudamiento excesivo que pueda provocar mayores problemas en el futuro.
La propuesta será analizada en el Consejo de Economía del 2 de diciembre y deberá ser aprobada por los jefes de Estado o de Gobierno en la cumbre de los próximos 11 y 12 de diciembre.
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