La economía social europea continúa en su lucha por un mayor reconocimiento y representatividad, lucha que poco a poco da sus frutos, y que se traduce en la aprobación de Informes y Dictámenes a su favor, pero con cuestiones importantes todavía pendientes, que se refieren a aspectos de legislación, fiscalidad, políticas de fomento o de organización del propio sector, sobre todo en los países de la Unión Europea ampliada. Esa podría ser una de las principales conclusiones de la Conferencia Europea de la Economía Social celebrada en Praga, conferencia donde una vez más la economía social española pudo exhibirse como ejemplo de sector consolidado y potente, bien regulado por las Administraciones Públicas, bien representando a través de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES), así como de sus organizaciones socias, y bien respaldado por el mundo académico a través de centros de investigación como CIRIEC-España.
La Conferencia contó con una elevada participación y presencia española, así como con una importante presencia institucional checa, en la que destacaron el presidente del Parlamento de la República, Miloslav Vlacek, junto a tres ministros. Todos ellos participaron en la sesión inaugural, compartiendo mesa con el Comisario Europeo de Empleo, Vladimir Spidla; la co-presidenta de Cooperatives Europe, Pauline Green, y el director general de la Economía Social, del Ministerio de Trabajo del Gobierno de España, Juan José Barrera, entre otras personalidades. Barrera intervino también, tras la sesión inaugural, en un taller coordinado por el CIRIEC-Internacional y presidido por el profesor José Luis Monzón, presidente de CIRIEC-España.
El comisario Spidla destacó en su intervención la magnitud de la economía social europea, con 2 millones de empresas que ocupan al 6% de los trabajadores, según sus estimaciones. Valoró la aprobación en el Parlamento Europeo del Informe Toia, de apoyo a la economía social, y afirmó que en una situación de aumento del desempleo como la actual, la economía social puede afianzarse gracias a su gestión democrática y a su actuación en colectivos en exclusión social.
Spidla manifestó que la Comisión debe respetar la pluralidad de formas de hacer empresa, así como las particularidades de las empresas sociales en los distintos países miembros. Para ello anunció la próxima aprobación de un documento político, que debe resaltar la diversidad empresarial para el desarrollo económico europeo. El Comisario lamentó, por último, la falta de datos estadísticos, aunque también desde la Comisión, concretamente desde la Dirección General de Empresa e Industria, se pretende dar un impulso a este tema, a partir del Manual de Cuentas Satélite de las Empresas de Economía Social, elaborado por el CIRIEC como herramienta para precisar la magnitud de la economía social en una serie de indicadores clave de la actividad económica.
Nuevo dictamen del CESE
Quien también anunció la próxima aprobación de un dictamen a favor de la pluralidad empresarial y de la economía social fue el portavoz de la Categoría de Economía Social del Comité Económico y Social Europeo (CESE), Miguel Ángel Cabra de Luna. Dicho dictamen está siendo elaborado también con la colaboración del CIRIEC-España, a través de su presidente, José Luis Monzón.
En palabras de Cabra de Luna, “con el nuevo dictamen queremos continuar la fuerza del Informe Toia y centrarnos en la diversidad. La idea es cómo estas empresas deben tener un trato diferenciado en función del tipo de sociedad”. Y continúa: “No se puede tratar de forma igual a lo que es desigual. No pedimos privilegios, sino un Derecho equitativo que regule compensatoriamente los costes sociales de nuestras empresas. Nuestro tratamiento fiscal diferenciado está totalmente justificado y en ningún caso puede ser calificado de ayudas de Estado”, dijo en referencia al litigio que desde hace tiempo está pendiente de resolverse en la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea.
La sesión inaugural se completó con una presentación de la economía social andaluza como ejemplo de buena práctica, a cargo de Manuel Mariscal, consejero de CEPES Andalucía. Mariscal hizo una panorámica de las múltiples iniciativas que se llevan a cabo desde CEPES-A en apoyo de la economía social en temas de formación de distinto grado, nuevas tecnologías o asistencia a la creación de empresas.
Imagen: José Luis Monzón en la Conferencia de Praga
Fuente: Observatorio Español de la Economía Social
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